jueves, 19 de julio de 2007

Esta es la historia de una frustrada estafa de la EBX a Bolivia

ABI
Julio 19, 2007

La victoria en las urnas del indígena Evo Morales Ayma en las elecciones del 18 de diciembre de 2005 con el 54 por ciento de apoyo popular que lo llevó a la Presidencia de la República, frustró la concreción de una estafa a Bolivia por la siderúrgica brasileña EBX a través de la adjudicación de la explotación del yacimiento siderúrgico del Mutún.

Es que el ex presidente de la República, Carlos Mesa, junto a una elite de empresarios cruceños, participaron activamente en ese proceso que iba a favorecer al brasileño Eike Batista, dueño de EBX.

Mesa, junto sus colaboradores del área económica, elaboraron una licitación pública internacional para favorecer a la compañía brasileña. También decidió declarar como prioridad nacional la explotación de esos yacimientos.

Además, promulgó el Decreto Supremo No. 28150 que autorizaba la deforestación del bosque chiquitano para obtener carbón vegetal y no obligaba a la brasileña a industrializar los recursos ferrosos en territorio boliviano, ocasionando un saqueo de la riqueza nacional para favorecer económicamente a la empresa extranjera con la fabricación de arrabio (hierro reducido) con carbón vegetal.

El Mutún está ubicado en la provincia Germán Busch del departamento de Santa Cruz en una superficie de 60 kilómetros cuadrados de área mineralizada y sus reservas alcanzan al menos a 40 mil millones de toneladas de hierro y 10.000 millones toneladas de magnesio, lo que representaría el 70 por ciento de las reservas del mundo.

El primer decreto para la licitación de los yacimientos del Mutún, No. 28150, fue aprobado por Mesa, sin embargo fue modificado posteriormente por el presidente transitorio de la República, Eduardo Rodríguez Veltzé, en septiembre de 2005, pero las condiciones siguieron siendo favorables para la propuesta de EBX.

En otras concesiones para favorecer a EBX, Mesa sacó a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) del proceso de licitación y transfirió sus activos a la Empresa Siderúrgica el Mutún que, en ese entonces era una empresa virtual.

La defensora ambientalista del Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade), Patricia Molina, denunció que la "bondad" que tuvo Mesa con esos empresarios, sobrepasó las normas legales de protección al medio ambiente que rigen el país.

Conocidos los resultados finales de las elecciones nacionales del 18 de diciembre de 2005, Rodríguez Veltzé, suspendió la apertura de sobres y delegó el proceso de licitación del también denominado "gigante yacimiento ferroso" a la nueva administración gubernamental que contaba con un amplio respaldo popular.

Durante el gobierno del presidente, Evo Morales Ayma, la licitación internacional elaborada por Carlos Mesa y modificada por Rodríguez Veltzé fue congelada porque estaba diseñada para que EBX se adjudique la explotación de ese yacimiento, que junto a la depredación del bosque chiquitano se aseguraban millonarios ingresos para los privados, dejando sin beneficios a Bolivia.

Tras negociar con los dirigentes cívicos de Puerto Suárez y la Prefectura de Santa Cruz, la administración gubernamental amplió el plazo para ajustar la licitación con el propósito de subsanar las irregularidades cometidas por los anteriores gobiernos.

EBX - Beneficio

Todos los procedimientos de la licitación internacional estaban orientados a favorecer a la empresa EBX, a través de la implementación tecnología para la fabricación de arrabio (hierro reducido) con carbón vegetal, a pesar que el interés nacional era la industrialización de hierro mediante procesos en base a gas natural.

Es por eso que el empresario brasileño Eike Batista, principal accionista del Termo Pantanal y socio de la Río Tinto en el Polo Siderúrgico de Corumbá, ejerció presión para obtener licencia ambiental para al construcción de hornos de procesamiento de hierro en base a carbón vegetal.

En ese entonces EBX acababa de concluir la construcción, en Puerto Quijarro, de una planta con hornos para producir arrabio a partir del mineral de hierro proveniente de Corumbá, en base a carbón vegetal del Pantanal boliviano, sin contar con licencia ambiental.

Cuando la licitación del Mutún fue suspendida, en diciembre de 2005, Eike Batista supo que jamás lograría la adjudicación de un proceso transparente, por lo que aceleró la construcción de los cuatro altos hornos en Puerto Suárez, en alianza con Zoframaq, los grupos empresariales cruceños Tumpar y Monasterios.

Estos grupos privados estaban constituido por los empresarios Fernando Monasterios, Enrique Menacho, Fernando Tuma, Carlos Alberto Pareja, Ernesto Monasterios, Enrique Menacho, Carlos Zenzano y Carlos Krutzfeldt, de quienes el brasileño arrendó 282 hectáreas de terrenos en la zona franca de Puerto Suárez, a través de contrato provisional de riesgo compartido en plena frontera.

Para ello Eike Batista creó en mayo de 2005 EBX Siderúrgica de Bolivia conformada por su bufete de abogados como Javier Urcullo, José Antonio Criales y Maria Eugenia Antezana con un capital de cinco mil dólares para invertir en siderurgia y minería.

El 20 de septiembre del mismo año firmó un contrato provisional de riesgo compartido con Zoframaq, pero las plantas de arrabio ya habían iniciado su construcción varios meses antes.

El 30 de septiembre del 2005, el senador Sandro Giordano (MNR), entonces presidente interino del país, en tiempo récord de una semana, promulgó la Ley No. 3183 que autorizaba la exportación de gas por el ramal Mutún-Corumbá para la termo pantanal, al precio que establece la nueva Ley de Hidrocarburos para el consumo interno, es decir a precio subsidiado, violando la Ley de Hidrocarburos.

Después de una nueva licitación internacional lanzada por el gobierno del presidente, Evo Morales Ayma, la empresa india Jindal Steel & Power Limited se adjudicó la explotación del 50 por ciento del siderúrgico del Mutún, cuyo contrato fue suscrito la noche de este miércoles 18 de julio por el presidente de la Empresa Siderúrgica del Mutún y los altos ejecutivos de la mencionada empresa extranjera.

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