lunes, 16 de julio de 2007

Parlamento enaltecedor

Gastón Cornejo Bascopé
Julio 13, 2007


Luego de cuatro votaciones finalmente el Congreso de la república de "Nuestra Bolivia" seleccionó y aprobó por votación mayoritaria de dos tercios del total de parlamentarios, diputados y senadores, a cuatro Ministros de la Corte Suprema de la Nación.

El proceso es digno de relievarse como un orgullo de la patria ante nuestra propia historia, ante los países hermanos del continente y ante toda la comunidad internacional que siempre consideró a Bolivia como a un país inviable, violento e irreflexivo.

El Consejo de la Judicatura convocó en abril del pasado año a la postulación de candidatos para cuatro plazas vacantes en el más alto tribunal de justicia. Se presentaron 178 postulantes los cuales llegaron con puntaje dirigido desde la misma instancia la cual se atribuyó ilegal competencia, por lo mismo no fue considerada por la Comisión Mixta de Constitución.

En ésta Comisión trabajaron arduamente diputados y senadores de todas las bancadas parlamentarias de las cuatro fuerzas políticas UN-MAS-MNR-PODEMOS. Entregaron a la plenaria una lista de 178 personalidades para ocupar solamente cuatro plazas. Desde un inicio se consideró el modus operandi de la selección, de suyo compleja y delicada en vista al tradicional cuoteo de antaño plagado de defectos y origen a la vez de corrupción en todo el sistema judicial. Además, se caracterizó por su poca eficiencia, retardación de justicia, prevaricatos múltiples y arbitrariedades sin fin.

Desde el inicio, el presidente del poder legislativo, Álvaro García Linera, prometió un nuevo procedimiento de redención eleccionaria que impida en forma absoluta el cuoteo.
Sabemos que el presidente Evo Morales y el Vicepresidente, coordinaron que ésta vez se demuestre al pueblo un nuevo metodología de selección de absoluta transparencia. Es así que desde las primeras sesiones de congreso se evidenció la decisión de los altos autoridades para llevar a la consecución de tan elevada objetivo.

Luego de prolongados debates parlamentarios se construyeron estrategias operativas de selección, algunas restrictivas, otras condicionantes de honestidad y capacidad, es decir, aprobación de indicadores de evaluación que esta vez sería sumativa y formativa en criterios selectivos y difíciles de honrar, entre ellos simplemente recordemos: no inscripción político partidaria, no haber intervenido en la privatización neoliberal nefasta de los últimos años, no tener juicios ejecutoriales pendientes ni procesos de sanción, no tener relación de parentesco.
Otro de los parámetros evaluativos fue la meritocracia en base a términos importantes de docencia universitaria, producción intelectual, méritos profesionales e inclusive el acervo de un lenguaje nativo (en vista al objetivo primordial de incluir a todos los ciudadanos)
La selección determinó la reducción a 76 candidatos.

Se dio lugar a la participación de los medios de comunicación y del público para efectuar denuncias y evidencias. Esto redujo aun más a quince mejores calificados.
Luego, se exigió para los finalistas la participación en dos evaluaciones formativas, una escrita de preguntas especializadas y una exposición oral de 15 minutos cada uno ante un plenario público de parlamentarios en la Vicepresidencia.

De estos 15 calificados en evaluación sumativa y formativa, debimos concertar cuatro nombres para las cuatro departamentos que no tienen representación de magistrados.
Se efectuaron cuatro votaciones que revelaron una dispersión significativa sobre todo en la bancada del MAS ya que el partido de gobierno no tenía preferencias individuales. Finalmente, luego de frecuentes y graves debates de brigadas departamentales, se consideró la necesidad de culminar exitosamente consensuado entre las fuerzas mayoritarias para alcanzar los 105 votos necesarios.

En negociación honesta y fructífera se decidió votar por Teófilo Tarquino de La Paz considerando su extracción indígena originaria como una señal del MAS de la posibilidad de ocupar los más altos cargos de la justicia boliviana con originarios indígenas, amén de su trayectoria de servicio dirigida principalmente a las comunidades humildes del altiplano, y principalmente porque su exposición oral fue de absoluta trascendencia. A José Luis Baptista Morales de Cochabamba, en vista a su inmejorable trayectoria profesional, su gran prestigio de educador universitario, su relevante experiencia en la judicatura, su importante rol como Defensor del pueblo y sobre todo por ser un monumento de probidad. A Ángel Irusta de Oruro por su independencia político partidaria y por estar allegado al pueblo en forma genuina. A Roberto Suárez de Tarija por la hoja de vida, la ilustración ofertada de Procuraduría y reestructuración del sistema en su brillante exposición oral.

Consideramos que fue un triunfo absoluto. Fueron los cuatro principales entre los quince finalistas a quienes rendimos pleitesía y honor a su dignidad de jurisconsultos.

Mucho se espera de los elegidos. Su primer examen será el Juicio de responsabilidades a GSL, a los neoliberales fugados al país del norte cuyo plazo fenece en el mes de octubre. Esperemos que cumplan porque "no deben nada a nadie" y no es respetable que los apremiemos en celeridad de trámites. Simplemente su conciencia idónea, su apoliticismo y acendrado patriotismo deben presionarles para que cumplan su responsabilidad.

Es posible que escudemos voces estridentes contra la decisión. La anti-nación endiablada saldrá por sus fueros corruptos, no importa, Bolivia salió ganando, y esta vez, oficialistas y opositores merecemos el aplauso, el frenético aplauso.

Se ha demostrado que los bolivianos podemos dialogar y plantear soluciones allá donde exista disenso, controversia, confrontación. Es otra muestra más de patriotismo. Estamos orgullosos de integrar el mejor Parlamento histórico en el tiempo post-neoliberal donde el movimiento al socialismo enraíza surcos de nobleza en impronta de generoso servicio.

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