miércoles, 8 de agosto de 2007

Caso Marinkovic: Para muestra un botón

(Boliviapress-CEBID)
Agosto 8, 2007

(Boliviapress-CEBID).- El viceministro de Tierras Alejandro Almaraz dio a conocer un informe extensamente documentado sobre la irracional y por demás injusta apropiación de tierras en el oriente del país. La autoridad reveló que, valiéndose del tráfico de influencias y la corrupción de funcionarios y autoridades estatales, un mismo individuo (o familia) ha conseguido ser dotado hasta cinco veces de extensas áreas de tierra con lo que el Estado no solo ha permitido, sino ha promovido de forma sistemática la formación de latifundios y el mercado ilegal de tierras a tal grado que en el caso de Santa Cruz 15 familias, controlan medio millón de hectáreas (25 veces la cantidad de hectáreas que tiene la ciudad de Santa Cruz) y similares datos se reportan en Beni en donde 10 familias concentran medio millón de hectáreas irregularmente y en Pando en donde 9 familias poseen cerca de 800,000 hectáreas.

Al ya alarmante informe siguió -unos días después- el pedido del gobierno a la Fiscalía de procesar al presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branko Marinkovic, y su familia, por supuesta apropiación indebida de 26 mil hectáreas de tierras del pueblo guarayo y la laguna Corazón.
El Viceministro Alejandro Almaraz denunció que los hechos delictivos contaron con la complicidad de ex funcionarios del INRA integrantes de una red de corrupción al interior del ente estatal entre los que figuraría la Sra. Elianne Capobianco actual parlamentaria por PODEMOS. La primera reacción del Sr. Marinkovic fue negar ser propietario de las tierras de las que se denuncia se apropió y declarase víctima de una persecución política, pero ante la documentación presentada en su contra, en pocas horas modificó su inicial versión admitiendo que ante la enfermedad de su padre asumió -breve y circunstancialmente- la representación legal de los intereses familiares.

El denunciado elevó una querella judicial contra la autoridad acusadora y lo propio hizo el Ministerio ante las autoridades pertinentes. Branco Marinkovich y su familia resultan ser protagonistas de una escandalosa historia de falsedad, corrupción e ilegalidad con las que han logrado apropiarse de tierras que no les pertenecen, violando los derechos de las comunidades y transgrediendo varias leyes y decretos. El caso resulta ser un ejemplo escandaloso pero ilustrativo de la forma inescrupulosa y delincuencial utilizada por muchos de los ahora “notables empresarios” todopoderosos que han conseguido explotar y usufructuar lo que no les pertenece y con ello, amasar fácilmente sus fortunas. Tan al descubierto queda el método que vale la pena enumerar las acciones del Sr. Marinkovich para entender de qué hablamos cuando insistentemente decimos que tras los pedidos de seguridad jurídica de los grandes empresarios agropecuarios del oriente están los ilícitos superprivilegios que se han adjudicado gozando hasta ahora de total impunidad.

El primer paso fue la solicitud al INRA de la ocupación de terrenos estatales baldíos, en este caso de 5000 hectáreas; dinero y/o influencias de por medio, se consigue que el INRA ignore que las tierras en cuestión son parte de una reserva forestal en la que no pueden permitirse asentamientos nuevos y menos si se trata de actividades ganaderas o agrícolas que contravienen el uso de suelo aprobado para el área. Más aún, el INRA ignora que el área es parte de una demanda de TCO hecha con anterioridad. Un mes más tarde los solicitantes de la tierra, contando con la indiferencia de los funcionarios del ente agrario nacional, simplemente se declaran propietarios de 12 mil hectáreas (7,000 más de las originalmente solicitadas). Con la utilización de planos falsos se extiende la propiedad hasta los alrededores de la Laguna Corazón y luego la acreditan como propiedad, cercándola e impidiendo el acceso a los pueblos indígenas de la zona, esto motiva la protesta y la denuncia que más tarde son resueltas a través de la cómplice intervención de la Alcaldía a la que la familia “dona” una pequeña extensión a través de la cual los comunarios podrán acceder a la Laguna. La laguna Corazón es una importante fuente hídrica de la que legalmente no podían apropiarse y que nunca fue de ellos pero los Marinkovic se la adjudican presentando planos fraudulentos en los que reivindican trabajos en la zona de larga data y consiguiendo apropiarse de la laguna como si se tratara de una servidumbre ecológica.

A través de un proceso agrario en Cotoca en el que se incurre en prevaricato la familia logra anexar 4000 has más. Se alteran las fichas catastrales justificando el cumplimiento de la función económico social –FES- y reportan a tal fin un ganado inexistente (acreditan esa FES sobre 11,900 has. cuando en la práctica contaban con 40 cabezas de ganado y 100 has. trabajadas). Intentan sortear en complicidad con funcionarios del INRA, las denuncias de la comunidad guaraya corrompiendo – obviamente con dinero de por medio- a algunos dirigentes que “conciliarán” ilegalmente a nombre de su pueblo atestiguando que la familia Marinkovic tiene posesión anterior de esos terrenos y que esa posesión no afecta intereses del pueblo originario. Adicionalmente se realiza una transferencia poco clara e irregular de la propiedad a nombre de la Empresa Laguna Corazón y finalmente con apoyo activo de la red de corrupción enquistada en el INRA, los Marinkovic que han consolidado 890 has. han logrado apropiarse y declararse genuinos propietarios de 26,000 dentro de las cuales La Laguna Corazón está incluida. La denuncia ampliamente documentada no solo deja al Sr. Marinkovich al descubierto como empresario agropecuario fraudulento y delincuente, sino que viene a ser para muestra un botón de los escandalosos métodos con que los latifundistas se convierten de un día para otro en dueños y patrones de tierras y de hombres.

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