miércoles, 15 de agosto de 2007

Los precios se estabilizan, pero la especulación aún exacerba las presiones inflacionarias

ABI
Agosto 14, 2007

Los precios se estabilizan, pero la especulación aún exacerba las presiones inflacionarias

La especulación y el agio no dejan de crecer, por lo que el ministro de Hacienda volvió a pedir moderación. "Es un llamado para que nos pongamos la mano al pecho y defendamos el bolsillo de los bolivianos", afirmó.

La Paz, 14 ago (ABI).- El Gobierno ratificó este martes que el abastecimiento de carne está garantizado, que los precios de los productos que subieron en junio y julio bajan gradualmente, pero que persisten las presiones inflacionarias generadas por la especulación, el agio y el ocultamiento.

El ministro de Hacienda, Luís Arce Catacora, explicó que, de a poco, en los centros de abastecimiento comienzan a bajar los precios de los productos que registraron un incremento entre junio y julio.

Pero lamentó que se mantenga elevado el nivel de especulación y, lo que es más serio, se comienzan a conocer denuncias referidas a que algunos productores esconden los alimentos esenciales de la canasta familiar.

"Llamo a los medios y a los analistas para que favorezcamos a los productores nacionales evitando hablar de este tema que tiene una carga especulativa grande y que incita al agio", indicó Arce.

Señaló que los carniceros, por ejemplo, denunciaron a quienes están especulando con los precios. "Entonces es un llamado para que nos pongamos la mano al pecho y defendamos el bolsillo de los bolivianos", afirmó el titular de Hacienda.

Arce afirmó que ese comportamiento inevitablemente se traduce en agio, un beneficio ilegal que se obtiene por la especulación en el precio, a veces manipulando las noticias o usando información confidencial.

Desde la anterior semana, varios dirigentes del gremio de comercializadores de carne en Santa Cruz, denuncian que los ganaderos esconden el producto generando un incremento de precios artificial que sólo afecta a la población.

Es más, el sector paralizará actividades este miércoles exigiendo que los propietarios de las ganaderías no incrementen el precio de la carne y no oculten el producto.

Al respecto la ministra de Desarrollo Rural y Agropecuario, Susana Rivero, indicó que se reúne con los comercializadores de carne de res de La Paz, El Alto y Santa Cruz para garantizar el abastecimiento del producto en los centros de comercialización.

Rivero dijo que el Gobierno no importará carne, pero, al mismo tiempo, aseguró que no existen normas que prohíban que el sector privado pueda hacerlo. "La importación está abierta porque, además, cualquier privado puede hacerlo. No hay ninguna restricción legal que impida", subrayó.

De igual manera, el Ministerio de Producción y Microempresa anunció que ya se encuentra en el país gran parte del lote de la harina importada de Argentina por el Gobierno para ser vendida directamente a los panificadores a 150 bolivianos el quintal, con lo que el precio del pan debería volver a su precio normal.

Consultado acerca de una supuesta apreciación radical del boliviano, el Ministro Arce descartó ese extremo y, una vez más, aseguró que se trata de uno más de los rumores que dan lugar a la especulación, en desmedro de la economía de los habitantes del país.

"Estamos en un mundo de especulaciones, todos creen tener la fórmula. Eso, repito, está en función no sólo del proceso inflacionario sino de lo que ocurre con las monedas de los países vecinos y lo que sucede con el dólar en el mercado internacional", explicó.

La apreciación de la moneda nacional se mide en dos niveles: la apreciación nominal (que se fija en el Banco Central de Bolivia y que aparece en las pizarras de cotizaciones de los bancos) y la real (que entre otras cosas, considera el valor de la moneda de los países con los que Bolivia tiene relación comercial).

Si no se toma en cuenta la fluctuación de las divisas fuera del país, se corre el riesgo de que la producción nacional se abarate en los mercados vecinos generando desabastecimiento en el mercado interno.

"Si Brasil, Argentina y otros países vecinos aprecian sus monedas nuestro productos se hacen competitivos y lo que producimos se lo llevan al exterior, por lo que debemos proteger los bolsillos de los bolivianos", dijo.

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