viernes, 24 de agosto de 2007

Contradicciones de la Media Luna

Grover Cardozo
Agosto 24, 2007

En el intento de defender los viejos privilegios y sus espacios de poder, las elites dirigenciales cívicas de algunos departamentos acaban de caer cuando menos en dos flagrantes contradicciones.

Contradicciones e incoherencias que muestran grotescamente el cariz político del movimiento que encabezan y que revela que la verdadera intención no es defender ni el derecho a la capitalidad de Sucre y tampoco la democracia, sino preservar el viejo régimen democrático excluyente, en el cual los poderosos de siempre a través del poder político, el poder económico y el poder mediático decidían todo en el país.

No defienden la democracia sino sus privilegios porque los cívicos de la Media Luna que en el pasado dividían a Bolivia entre la Bolivia "productiva" y la Bolivia "bloqueadora", ahora quieren un paro para bloquear la democracia, sin importar los perjuicios que esto implica para la población. O sea no importa la economía, si se trata de defender intereses políticos. Pero además se lanzan a un paro protestando contra la decisión de la Asamblea Constituyente de sacar el conflictivo tema de la capitalidad. Es decir protestan contra una decisión absolutamente democrática y soberana. Los constituyentes fueron elegidos precisamente para tomar decisiones en nombre de la población que tiene derechos políticos.

La segunda flagrante contradicción es que ahora defienden que todo se centralice en Sucre, cuando en el pasado decían luchar por la descentralización. Hoy Sucre tiene el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional y la Media Luna ahora quiere que también se asiente en Sucre el poder Legislativo y el poder Ejecutivo. Ahora nos salieron más centralizadores que los anteriores gobiernos, con lo que queda en ridículo el discurso que levantaban los Dabdoub y compañía.

Ellos y otros durante años enarbolaron las banderas de la descentralización y la autonomía y ahora quieren que Sucre centralice todos los poderes habidos y por haber.

En definitiva si se quiere o no se quiere descentralización es algo que se debe aclarar. Se trata de una cuestión de coherencia. Si se busca descentralizar en un lado para centralizarlo todo no se está cambiando la moneda, solo se la está dando vuelta.

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