sábado, 29 de septiembre de 2007

El impuesto a las remesas puede ayudar a combatir la pobreza

ABI
Septiembre 29, 2007

Las remesas de bolivianos en el exterior a Bolivia son del orden de los 1.100 millones de dólares anuales. La medida también permitirá echar arena en los engranajes demasiado bien engrasados de los mercados monetarios y financieros internacionales.

La Paz, 29 sep (ABI).- El impuesto del Banco Central de Bolivia (BCB), del uno por ciento, para todas las remesas que lleguen desde el exterior a Bolivia --a partir del 1 de octubre-- es una formidable iniciativa del Gobierno siempre y cuando las recaudaciones se concentren en un fondo transparente para combatir la pobreza.

Ese es el criterio de, Mario Chacón, Asistente técnico de la Comisión de Desarrollo Económico y Finanzas de la Asamblea Constituyente.

"Es apenas un grano de arena que se le quita al movimiento financiero", respondió el asistente técnico a los cuestionamientos de la empresa privada y la banca financiera en los últimas días por la decisión asumida.

Sin embargo, Chacón dijo que debe asegurarse que esta tasa sea aplicada a las transferencias de dinero y no a los recursos que llegan a Bolivia por concepto de inversiones productivas o donaciones.

"En realidad lo que ha dispuesto el presidente Morales es una propuesta planteada en 1971 por el Premio Nobel de economía, James Tobin y que se llamó "la tasa Tobin, que es un impuesto sobre el flujo de capitales en el mundo", explicó.

Chacón explicó que movimientos por una globalización alternativa opinan que los ingresos que este impuesto produciría podría ser una importante fuente de financiación para combatir la pobreza en el mundo. El movimiento que forma parte de la Asociación por la Tasación de las Transacciones y por la Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC) es el máximo impulsor de la instauración de este impuesto.

Luego de que el presidente Nixon anulara el patrón de cambio basado en el oro y con la adopción de un sistema de cambios flotantes y el fin de los controles sobre los movimientos de capitales, Tobin sugirió un nuevo sistema para la estabilidad monetaria mundial y propuso que tal sistema debería incluir una tasa que gravara las transacciones comerciales internacionales, explicó el asistente del foro deliberante.

La idea durmió en un cajón durante más de 20 años, rechazada por el propio Tobin, que decía haber sido malinterpretado. Sin embargo, en 1997, Ignacio Ramonet, editor de Le Monde Diplomatique, reimpulsó el debate sobre la creación de la Tasa Tobin y creó una asociación para promoverla (ATTAC).

La tasa se ha convertido en un asunto defendido por los grupos Antiglobalización y ha conseguido invadir el debate político de la calle y en algunos parlamentos, llegando a ser incluso defendida parcialmente por el presidente francés Jacques Chirac.

La tasa Tobin consiste en pagar un impuesto cada vez que se produce una operación de cambio entre divisas, para frenar el paso de una moneda a otra y para, en palabras de Tobin, echar arena en los engranajes demasiado bien engrasados de los mercados monetarios y financieros internacionales.

La Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (CNUCED) concluyó que la tasa Tobin permitiría recaudar 720.000 millones de dólares anuales, distribuibles a partes iguales entre los gobiernos recaudadores y los países más pobres.

Por su parte, el PNUD afirma que con el 10 por ciento de la suma recaudada sería posible proporcionar atención sanitaria a todos los habitantes del planeta, suprimir las formas graves de malnutrición y proporcionar agua potable a todo el mundo, y que con un 3 por ciento, se conseguiría reducir a la mitad la tasa de analfabetismo presente en la población adulta, universalizando asimismo la enseñanza primaria.

"Si se considera que solamente las remesas de bolivianos en el exterior a Bolivia son del orden de los 1.100 millones de dólares anuales, entonces el gobierno podría contar con un fondo de 10 millones para construir escuelas, dotar de agua potable y salud a las poblaciones más pobres del país", dijo el Chacón.

2 comentarios:

caimanin dijo...

Un impuesto que ayudara a los sectores mas pobres. Posiblemente en especial a los polillas (niños vagabundos)
mafu

raby dijo...

Los bolivianos salimos de nuestro pais por la pesima politica de disque nuestros gobernantes que son una lacra para nuestra sociedad son las samguijuelas que siempre viven a costillas de los que de verdad trabajan sacrificando a su familia y el amor de sus hijos ¿para combatir la pobreza?otra tapadera para llenarse los bolsillos me dan asco y mas que eso pena por que roban vidas y felicidad de familias...