El poder del pueblo

Eulogio Limachi
Septiembre 28, 2007

"Ahora estamos construyendo el poder del pueblo, que el soberano sea el y no grupo de familias", dijo el Presidente Evo Morales Ayma ese mensaje a la comunidad internacional en la reunión anual de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York.

El poder del pueblo, es la máxima aspiración de los bolivianos que realmente piensan en su país. ¿Cómo hubiera sido hoy Bolivia si la revolución del 52 hubiese triumfado? El pueblo había tomados las armas, y los militares sirvientes de los patronos fueron derrotados. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y su jefe el Dr. Víctor Paz Estenssoro, fueron rebasados por la multitud. Fue el pueblo que hizo la revolución; los indígenas del campo, mineros, fabriles, y muchos otros más del conglomerado nacional. Finalmente esta revolución fue traicionado por la cúpula del MNR, caso que no es tan extraño, porque el mismo Paz Estenssoro era gran admirador de los nazis en su juventud.

Durante el gobierno del general Juan José Torres, se formó la Asamblea del Pueblo a la cabeza de la Central Obrera Boliviana (COB), pero ni en esta oportunidad el pueblo pudo tomar el control del poder, porque una fracción de militares de alta jerarquía eran fieles sirvientes de las empresas privadas, y ayudados por la iglesia por temor al comunismo tomaron acciones de sabotaje. Los ricos, los militares y los representantes de la iglesia católica supieron explotar al máximo eso del comunismo para aterrorizar a la gente que inclusive en los medios de comunicación decían cualquier cosa menos la verdad para derrocar al presidente Torres. Habían varios candidatos golpistas entre los militares, y uno de ellos era El coronel Hugo Banzer Súarez, descendiente de alemanes, también el matador coronel Andrés Selich Chop, hijo de una familia de yugoslavos, y un tal militar Rogelio Miranda.

En agosto de 1971, Banzer Súarez acaba totalmente con las aspiraciones del pueblo mediante un fatal golpe de estado, el pueblo nuevamente fue aplastado por los fascistas de la empresa privada, especialmente de Santa Cruz. El golpe militar dejó más de mil muertos, 3000 detenidos y miles de exiliados. Durante el mandato de Banzer se fomentó el narcotráfico, además el régimen endeudó al país con grandes préstamos para aumentar los caudales de la empresa privada, con el pretexto de ayudar al desarrollo del oriente.

A pesar de que el gobierno y las empresas privadas controlaban la información mediática en todo su ámbito. Los periodistas eran parte integrante de lucha contra el régimen de Banzer. Los mineros y "las amas de casa" lucharon codo a codo contra la dictadura para la vuelta de la democracia y su posterior entrega del poder a las mayorías nacionales, en esas épocas no se hablaba de las organizaciones sociales. En 1985, las naciones originarias eran denominados como "grupos selvícolas" atrasados, analfabetos e inclusive habían campañas para evangelizar a los indígenas para que conozcan la Biblia.
Durante el banzerato, los grupos de la izquierda boliviana aspiraban grandes transformaciones sociales y soñaban con que un día el pueblo tenga todo el poder.

Hoy nadie habla de las mayorías nacionales. Son organizaciones sociales, es el soberano, que quiere el cambio de verdad. Evo Morales tuvo toda la razón en señalar el proceso de cambio en la ONU. El actual cambio político en Bolivia no es gratuito costó mucha sangre. Y todavía hay enemigos internos y externos que planean la vuelta a la dictadura civil-militar, con la ayuda de sectores de la derecha asentadas en Santa Cruz, encabezados por inmigrantes también de la ex yugoslavia, expertos en repartición de tierras en el oriente.

Bolivia siempre a sido gobernado por clanes, por un grupo de familias con poder económico y político. "Las mayorías nacionales" ya no quieren retornar al pasado, a la época de Barrientos, Banzer, Sánchez de Lozada, etc.

Hoy no hay porqué temer al cambio señores de la media luna y curas fundamentalistas. Los bolivianos hemos solucionado nuestros problemas con la conformación de la Asamblea Constituyente, pero, desgraciadamente individuos neoliberales de la ultraderecha se infiltraron camuflados a tomar los curules para impedir el cambio. A pesar de eso, la oposición en este momento está agonizando políticamente de perder todos los previlegios que han tenido anteriormente.

Ahora estamos construyendo el poder del pueblo, como buenos ciudadanos para refundar Bolivia.