jueves, 14 de febrero de 2008

Marinkovic se queja y le responden que cívicos promueven violación a DDHH

abi
París, 13 feb (ABI).- La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), con sede en esta ciudad, le recordó al presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Branco Marinkovic, que es precisamente la entidad que dirige en el oriente del país la que promueve en Bolivia una sistemática campaña de violación de los derechos humanos.

El empresario y dirigente opositor había denunciado a la Federación Internacional de los Derechos Humanos "una campaña de espionaje y persecución en contra de ciudadanos", presuntamente impulsada por el gobierno del Presidente Evo Morales Ayma.

Ante esa demanda, la FIDH le recordó a Marinkovic que el Comité Cívico pro Santa Cruz, es el "actor y promotor de la violencia y del racismo en Bolivia". La copia del documento fue enviada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la Oficina del Alto Comisionado de derechos Humanos de las Naciones Unidas en Bolivia.

La carta de respuesta, firmada por Souhaye Belhassen, presidenta de la FIDH y fechada este 12 de febrero en la capital francesa, asegura que esa entidad defensora de los derechos humanos, en su labor cotidiana, lleva a cabo las acciones concretas a favor del respeto de todos los derechos proclamados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ya sean civiles, políticos, económicos, sociales o culturales.

"La FIDH milita a favor de la paz, rechaza la violencia y el racismo", indica la carta hecha pública.

La organización internacional indica a Marinkovic que "considerando su preocupación por la situación de los derechos humanos en Bolivia, le adjuntamos nuestro último pronunciamiento sobre la situación en Bolivia".

Ese pronunciamiento fue aprobado el 14 de diciembre 2007, y fue dirigida, entre otros, al Comité Cívico pro Santa Cruz, que preside Marinkovic, "y en el cual expresamos nuestra profunda preocupación por el recrudecimiento de los actos violentos fundados sobre la intolerancia, la discriminación y el racismo".

Entonces, la FIDH, en coordinación con la OMCT y el Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos, aprobó un informe que denuncia los actos de violencia, hostigamiento y amenazas de muerte contra defensores de los derechos humanos y dirigentes campesinos en Bolivia que luchan contra la impunidad y para la repartición más equitativa de la tierra.

Entre los grupos que se identificó como actores principales que violan los derechos humanos, la FIDH está la denominada Unión Juvenil Cruceñista, "especie de grupo paramilitar promovido por el Comité Cívico pro Santa Cruz que usted preside".

La carta pública dirigida a Marinkovic indica: "Entre los casos denunciados, entre el 15 y 16 de diciembre de 2006, más de 100 personas, entre los cuales miembros del Comité Cívico pro Santa Cruz, asaltaron violentamente las oficinas de la Central Indígena Paikoneka de San Javier (CPI-SJ) destruyendo la casi totalidad de sus bienes e incendiando las oficinas e información histórica recopilada desde hace más de 20 años".

Sostiene que otro ejemplo emblemático es el caso de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Santa Cruz, "cuyos miembros han sido estigmatizados públicamente por los medios de comunicación y las autoridades provinciales y son objeto de amenazas y hostigamiento".

"Por ejemplo, el 6 de diciembre de 2006, un grupo armado de 7 miembros de la Unión Cruceñista, golpeó al Sr. Adalberto Rojas en las afueras de las oficinas de la APDH, e insultó a los otros miembros de la APDH por haberlo ayudado".

"La FIDH condena los atentados que ustedes patrocinan contra el Estado de derecho y la gobernabilidad democrática en Bolivia, manifiesta su preocupación frente a su recrudecimiento, en el contexto de la adopción de una nueva Constitución, y que se han traducido por múltiples ataques a personas por el simple hecho de ser indígenas o porque apoyan al gobierno del presidente Evo Morales", asegura.

"La FIDH condena también la actitud y los discursos secesionistas, gremialistas y racistas así como los llamamientos a la desobediencia militar de los cuales el Comité Cívico pro Santa Cruz es uno de los principales promotores. La FIDH rechaza estos actos que ponen en grave peligro la estabilidad, la democracia y la paz en el país".

La FIDH ya había denunciado en 2006 cómo el Comité Cívico de Santa Cruz, ejerce presiones sobre las distintas autoridades del país para mantener las desigualdades sociales y asegurar la impunidad de sus crímenes.

Entonces manifestó una honda preocupación en el caso del departamento de Santa Cruz, "donde el Comité Cívico ejerce un control total sobre el accionar de las autoridades públicas y los principales medios de comunicación. El Comité es quien selecciona y controla los operadores judiciales, de la Policía y la generalidad de los funcionarios públicos, incluso los de elección popular".

"La FIDH está indignada por la campaña de desinformación que el Comité Cívico pro Santa Cruz está llevando a cabo tanto a nivel nacional como a nivel internacional y les ruega poner un término a estas prácticas así como a sus actos violentos y racistas", asegura la carta a Marinkovic.

"La FIDH hace un llamamiento a todas las instituciones y organizaciones nacionales, interamericanas e internacionales así como a todos los medios de comunicación a que manejen la información con mucha cautela y a que no participen en esta campaña de desinformación y de desestabilización de Bolivia", concluye la respuesta al presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz

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