lunes, 29 de octubre de 2007

Cueca Viva mi Patria Bolivia unió al presidente Morales y a los residentes nacionales en Italia


ABI
(Grover Cardozo, enviado especial de ABI).-
Octubre 28, 2007

Un día memorable para la bolivianidad en Europa. Al menos dos mil residentes bolivianos en Roma revivieron junto al presidente Evo Morales, las ricas tradiciones de la danza de los andes y tierras bajas bolivianas en diabladas, caporales, tinkus, tobas y salaqueadas.

El "Campidoglio" (Capitolio), sala de la municipalidad de Roma, situado en la plaza diseñada por Miguel Ángel, fue el escenario del encuentro que concluyó con la cueca Viva Mi Patria Bolivia, bailada por el presidente boliviano, la vicepresidenta del Consejo Administrativo de Roma, Mónica Chirina, y la colectividad boliviana que llegó desde Rímini, Bérgamo y otras ciudades italianas.

"¡Que baile el Presidente, que baile el Presidente!" exclamaron ansiosos los presentes, al culminar el momento de los bailes, mientras el embajador boliviano en Italia, Esteban Elmer Catarina, daba paso a los saludos.

El representante de los residentes bolivianos en Bérgamo comenzó su alocución señalando que los bolivianos en Italia "no piden a este país caridad sino una oportunidad".

Realizó la puntualización minutos antes de reclamar al Gobierno boliviano por la aplicación del impuesto por el envío de remesas.

La vicepresidenta del Concejo Municipal de Roma, Mónica Chirina, saludó al presidente Morales, expresándole su plena solidaridad por el cauce político iniciado el 22 de enero de 2006 que, según dijo, está abriendo expectativas de progreso para la población, tanto para la que está en el territorio boliviano y la que se encuentra en las más remotas latitudes del planeta.

Entre los embajadores bolivianos estuvieron presentes Edgar Magne, en Alemania; y Cristian Inchauste, en Bélgica; junto al de Cuba y Venezuela. A unos asientos a la derecha, el alcalde de Achacachi, Eugenio Condori, presente en el encuentro por un hermanamiento entre los municipios de Achacachi y Roma.

En el costado izquierdo de la sala sobresalía una pancarta con la inscripción "Evo: Una esperanza", y el presidente boliviano decía con aplomo: "Siempre nos hemos estado quejando de la situación de Bolivia, pero ahora estamos en el Gobierno y nosotros mismos estamos cambiando".

Dijo que hoy Bolivia es viable y confiable y no el cuadro del país que los gobiernos corruptos dieron al mundo como un país sin ninguna posibilidad de desarrollo económico y social,

Enumeró para el auditorio boliviano en Roma, las políticas aplicadas en la lucha contra la corrupción, nacionalización de los hidrocarburos y sostuvo que el bono escolar Juancito Pinto y la Renta Dignidad encajan en el objetivo de reducir las brechas que separa a los bolivianos en un segmento más rico respecto de la mayoría de la población pobre.

En las calles y avenidas de Roma, afiches grandes con leyendas como "Bienvenido Presidente", mientras la caravana de vehículos cruza toda la ciudad, advirtiendo los monumentos históricos que dejó el Imperio Romano.
Gca/Dgav ABI

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