ABISucre, 27 nov (ABI).- A tres días de la violencia desmedida, se constató que las instalaciones de la Policía departamental quedaron reducidas a escombros y en los próximos días se conocerá, mediante inventario, las pérdidas materiales de la institución del orden.
El devastador panorama de los inmuebles donde funcionaban algunas reparticiones policiales da cuenta de los saqueos e incendios a las que fueron sometidas.
En ese sentido, el Batallón de Orden y Seguridad, Tránsito y el propio Comando Departamental, entre otros, fueron saqueados, destruidos e incendiados por vándalos que no dudaron en arremeter contra los bienes públicos.
Vehículos propios y ajenos a la Policía, motocicletas, computadoras, muebles, pertrechos y documentación de las distintas reparticiones fueron destruidos y quemados.
Otra repartición seriamente afectada fue la Estación Policial del Barrio Patacón que se encuentra en la ruta camino al aeropuerto y que fue totalmente devastada.
Los seis vehículos que se encontraban en esa estación policial fueron totalmente destrozados, quemados y abandonados en los alrededores o lanzados a las quebradas cercanas.
Alrededor de 20 vehículos de propiedad de la Policía, entre camionetas, vagonetas, jeep y motocicletas, fueron totalmente inutilizados con los actos vandálicos de ciudadanos enardecidos.
Sin embargo, a la lista se suman más de 30 vehículos de propiedad de personas particulares que se encontraban en el garaje de las oficinas de Tránsito y que fueron totalmente quemados.
Casi una treintena de computadoras de las diferentes instalaciones policiales fueron saqueadas o destruidas, sin considerar casi la totalidad de los muebles que fueron destrozadas o quemadas y cuyas cenizas aún persisten en el lugar y en el aire.
Entre las oficinas afectadas por los actos de violencia desmedida, se encuentran la Escuela de Conducción, Dirección de Tránsito, Inteligencia, Accidentes de Tránsito, Servicios Públicos, Oficina de Registros y Licencias, entre muchos otros.
Los escombros no solo se reducen a motorizados, muebles y otros enseres, sino también a toda una gama de documentos que la Policía utiliza para organizar su trabajo.
El coronel de servicio pasivo, Atilio Bustos, quien colabora con la Alcaldía para intentar organizar a la policía municipal, tiene la difícil tarea de limpiar los escombros de las instalaciones saqueadas e intentar darles operatividad de alguna manera.
"La Alcaldía ha indicado que me entregaran las llaves de las instalaciones policiales y en coordinación con las instancias legales correspondientes intentaré levantar un adecuado inventario de todo cuanto ha acontecido en estos maltrechas oficinas", manifestó.
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