viernes, 30 de noviembre de 2007

USAID agrava tensión en relaciones Bolivia-EE. UU.

Mario Hubert Garrido (Prensa Latina)

La Paz, 29 nov (PL) La reciente decisión de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) de desconocer leyes nacionales, se convirtió hoy en detonador de las ya tensas relaciones entre los gobiernos de Washington y La Paz.

La USAID envió al Palacio Quemado una carta donde ratifica que desconoce la norma que establece los procedimientos a observar por los sistemas nacionales de inversión pública y financiamiento.

Esa ley obliga a toda entidad ejecutora o beneficiaria de recursos externos de donación a registrar ingresos provenientes de organismos multilaterales, agencias de cooperación y Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

El propio ministro de Planificación y Desarrollo, Gabriel Loza, explicó a las empresas y organismos foráneos con presencia en Bolivia los detalles de la medida.

Uno de sus artículos precisa que "No se aceptarán donaciones en dinero que impliquen condicionamientos políticos ni ideológicos".

También señala que las donaciones oficiales deben ser registradas en el Sistema de Información sobre Financiamiento Externo (SISFIN).

De acuerdo con la ley y otros documentos oficiales, a los cuales tuvo acceso Prensa Latina, la medida no es nada nueva y se corresponde con documentos que datan de marzo de 2005.

Sin embargo, la delegación de la USAID en La Paz, y su principal portavoz, el embajador de Estados Unidos, Phillip Goldberg, han hecho caso omiso a los antecedentes legales del decreto.

Antes, en agosto pasado, ya USAID había sido emplazada por el Ejecutivo en una denuncia que presentó a la prensa el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.

Entonces Quintana confirmó desvíos de millonarios de fondos para patrocinar acciones de personeros y grupos adversos al presidente Evo Morales.

Según la autoridad, hasta esa fecha 89 de 134 millones de dólares provenientes de la cooperación de Estados Unidos, financiaron a sectores opositores.

La respuesta de USAID fue el silencio cómplice y luego la exposición de argumentos que nadie creyó, según encuestas.

A propósito del controversial tema, el propio jefe de Estado, Evo Morales adelantó que los cooperantes que no quieran transparentar sus donaciones no son bienvenidos.

Asimismo recordó que, durante muchos años Estados Unidos, hizo llegar al país importantes recursos por intermedio de USAID, pero a través de diferentes mecanismos lograba que la mayor parte de ellos retornaran al norteño país.

"¿De qué ayuda se habla cuando los recursos no se quedan en el país sino a nombre de la colaboración benefician directamente a otra nación? ( ) La ayuda incondicional es bienvenida, pero si no nos ayudan a transparentarla, no", enfatizaba.

Por otra parte, USAID-Bolivia todavía tiene pendiente la respuesta sobre pagos a asesores de programas como el de Fortalecimiento de Instituciones Democráticas (FIDEM), con fines subversivos en el continente.

Entre ellos dos ejemplos: en el tema de las reformas tributarias la representación aquí de la Casa Blanca se dirigió a José A Nogales, un ex ministro del gobierno del ex dictador Gonzalo Sánchez de Lozada y de Carlos Mesa

En el caso de las autonomías departamentales, la ayuda en dólares llega a Juan Carlos Urenda, asesor del Comité Cívico Pro Santa Cruz, a su vez coautor del Estatuto Autonómico, que pretende dividir al país andino.

Otras de las interrogantes a despejar por Estados Unidos en su relación con Bolivia, está relacionada con una polémica fotografía donde el embajador Goldberg aparece en la feria comercial de Santa Cruz, junto a un mafioso colombiano.

La imagen fue presentada por el presidente Morales en la XVI Cumbre Iberoamericana, con sede en Chile, para recalcar las denuncias de los nexos del norteño país con delincuentes y desafectos al proceso de cambio.

En la instantánea -mostrada también por el ministro de Gobierno, Alfredo Rada- aparece además el conocido opositor Gabriel Dabdoub, presidente de la Cámara boliviana de Industria y Comercio (Cainco).

Rada explicó que esta imagen pertenece al proceso policial contra una recién desarticulada banda internacional, autora de secuestros y atracos en los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba.

Asimismo advirtió que Dabdoub y Goldberg deberán explicar bajo qué circunstancias fue tomada dicha fotografía, y qué relación tienen con John Jairo Vanegas, el capo de marras.

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