sábado, 8 de diciembre de 2007

Evo empieza a rendirse …

Max Murillo Mendoza (Red Pro Bolivia)
Diciembre 6, 2007

El mensaje a la nación emitido ayer por la noche, me hace suponer que Evo empieza a rendirse, ante semejante e irracional ultraderecha rearticulada en torno a las prefecturas y comités cívicos. También ante la clase media racista e intolerante, sean de izquierda o derecha es igual, sean anarquistas o vividores es igual (matices más, matices menos). Pero creo que empieza también a rendirse ante su misma gente que lo acompaña, ante ese izquierdismo sin ideas, sin proyecto de nación, sin vocación de poder. Evo empieza a ceder ante la clásica maquinaria política de nuestra izquierda (que poco tienen que ver con los movimientos sociales, sobre todo rurales) , negociadora, conciliadora, “diplomática” y “democrática”. Nuestra historia nos ha demostrado que en el fondo jamás quisieron una revolución, un cambio, sino sólo un pacto social, a lo mucho algún coqueteo hacia la democracia formal (del poder establecido). Porque así viven bien, están justificados existencialmente ante su historia. En una revolución ya no existirían, y no pueden ir en contra de su naturaleza. Y esta gente que rodea a Evo empieza a formularle un arreglo diplomático con los “dueños” del poder.

Los movimientos sociales tienen que estar preocupados. Otra vez empieza a escamotearse los grandes avances sociales que se han realizado desde inicios de este siglo. Otra vez empieza a negociarse a espaldas de los movimientos sociales, es decir a ceder ante la reacción y la antipatria. Evo ha pisado el palito, lo que venga en adelante estará bajo el influjo de la iniciativa ultraderechista.

Debemos estar preocupados porque se nos va un espacio conquistado con mucho sacrificio, con mucho dolor. Probablemente se nos va la oportunidad más importante para modificar la trayectoria social y económica de nuestra historia. Con todos los errores y las estupideces de muchos acompañantes de Evo, los avances conseguidos y logrados nos encaminaban a derroteros más prometedores; y eso se verá gravemente dañado por el mensaje de Evo, ya que la ultraderecha no entenderá así, sino como señal de debilidad y falta de claridad. Sabíamos de las consecuencias cuando el ascenso de Evo, incluso suponíamos que el empuje de la historia nos llevaría a un enfrentamiento armado con aquellos sectores coloniales. Pero hoy vemos los límites y la naturaleza de los dirigentes de “izquierda”. No pueden ir en contra de sus clases, de sus raíces, de sus etnias y sus intereses.

Al margen de las decisiones de poder los sectores sociales tienen que entender que sólo se tienen a sí mismos, y los nuevos dirigentes jóvenes deben ponerse a la altura de las circunstancias y las exigencias. Los aliados en las clases medias son demasiado débiles y poco confiables, sobre todo aquellos que medran los presupuestos de las universidades públicas, me refiero a los ex revolucionarios que hoy fungen como “intelectuales” y dizque transmisores de conocimiento, acomodados en estas instituciones de café y tertulia. Los movimientos sociales se tienen así mismos, y deben generar procesos políticos por sí mismos, ya han demostrado su capacidad y poder; pero no tienen sus dirigentes e intelectuales, por lo que no es ya recomendable entregarles en bandeja de plata su esfuerzo, a gente advenediza y especialista en discursos. Las experiencias a sacar son varias, no son novedosas y se debe fortalecer en la conciencia política de las bases dichas experiencias. Los espacios ganados en estos tiempos son muy importantes, son la base para fortalecer lo conquistado. Felizmente nos seguirá acompañando nuestra memoria histórica milenaria: conquistas, imperios, historias republicanas, “izquierdismos”, democracias, dictaduras. Y seguimos aquí, gracias a nuestras organizaciones, gracias a nuestras bases. Eso es lo que debemos seguir fortaleciendo, a eso hay que seguir apostando.

Cochabamba, 6 de noviembre de 2.007

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