Bolivia celebra en grande su más emblemático carnaval

Charly Morales Valido

Oruro, Bolivia, 2 feb (PL) El fastuoso Carnaval de Oruro, patrimonio oral e intangible de la humanidad, alcanzará hoy su pináculo con la entrada en procesión de la Virgen del Socavón, patrona de esta ciudad eminentemente minera.

Célebre por su marcado acento religioso, esa festividad alcanza este sábado su punto culminante con espectaculares coreografías en las cuales los grupos folclóricos locales veneran a su deidad.

Este colorido peregrinar -salpicado por bombardeos de agua de acera a acera, de grada a grada- culmina en el santuario de la protectora de mineros y orureños, donde la víspera tuvo lugar una emotiva misa en honor a la Virgen de la Candelaria.

La llegada al templo resultó particularmente difícil, porque las principales arterias de la ciudad permanecen cerradas por las ventas de motivos carnavalescos y la instalación de estrados para disfrutar el paso de las comparsas.

Varios centenares de fieles siguieron la liturgia en la explanada aledaña a la catedral, mientras los vendedores de velas salían sin problemas de su mercancía, que paraba en los altares interiores.

Prensa Latina logró acceder al santuario de la también llamada Mamita orureña, cuya imagen era vestida por unas beatas para subirla a su nicho de roca viva, reproducción de una mina.

El tañido de la campana mayor antecedió a la bendición colectiva, y poco después comenzó el éxodo hacia el corazón de Oruro, repleto de cintas, humo de incienso y alcohol sagrado, empleado para "chayar" (bendecir) los nuevos comercios y propiedades.

Numerosas agrupaciones folclóricas comenzaron su fiesta antes de la medianoche, sonando sus rítmicas fanfarrias, opacadas solo por los seguidos fuegos artificiales o los ruidosos "matasuegras" (ramilletes de pequeños petardos).

Pese a la complicada situación climatológica que padece el resto de Bolivia, el clima es propicio y la temperatura templada en esta ciudad, aunque el frenesí del baile y la celebración generan bastante calor entre los fiesteros.

Diablos, morenos, tinkus, tobas, llameros y otras comparsas desfilarán este sábado, en tanto los palcos aún vacantes o los destinados a la reventa rondan los 100 bolivianos (unos 13 dólares).

Según la tradición local, la música y el baile prosiguen hasta el alba, cuando se realiza el saludo a la Virgen, los conjuntos visitan la gruta del cerro Pie de Gallo y luego compiten entre sí.

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