martes, 11 de diciembre de 2007

Senador y prefecto opositor rechazan llamado del Presidente a una tregua

ABI

La Paz, 11 dic (ABI).- El senador Walter Guiteras (Podemos) y el prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, rechazaron hoy el llamado del presidente Evo Morales a abrir un espacio de diálogo sobre las autonomías departamentales y ratificaron las medidas de presión que llevan adelante los cívicos de la denominada "media luna".

Guiteras dijo que los prefectos de Pando, Leopoldo Fernández; del Beni, Ernesto Suárez; de Santa Cruz, Rubén Costas; de Tarija, Mario Cossío y el propio Reyes Villa no acudirán a ningún llamado del Jefe de Estado ni levantarán la huelga de hambre.

"Si el Presidente de la República quiere dialogar debe convocar a organismos extranjeros y tendrá que ser de frente al pueblo", aseguró Guiteras en declaraciones a una emisora paceña.

Según el ex ministro de Gobierno de Hugo Banzer, el Jefe de Estado perdió credibilidad en "por lo menos en cinco regiones del país, por lo tanto cualquier convocatoria de diálogo en una oficina de Palacio es imposible que los prefectos asistan".

De su parte, el opositor prefecto cochabambino indicó que el llamado para crear un ambiente de paz y dialogar sobre las autonomías departamentales presuntamente "es una maniobra" del Primer Mandatario para "jugar con la inteligencia de los bolivianos".

"Esto es demasiado cinismo como si fuéramos unos boludos los bolivianos, creo que es importante que el Gobierno realmente le diga al país si realmente quiere paz, como queremos los prefectos, es llevar adelante el referéndum revocatorio", apuntilló Reyes Villa.

No obstante, el prefecto condicionó que ese referéndum, cuyo proyecto de ley fue presentado al Congreso por Morales este domingo, debería efectuarse "con las reglas internacionales".

Según Reyes Villa, para revocar el mandato del Presidente y de los prefectos debería ser necesario el 50 por ciento más uno de los votos. La propuesta presidencial sostiene que la votación debería superar con un voto el obtenido por esas autoridades para llegar al cargo.

El presidente Morales obtuvo en las elecciones del 18 de diciembre de 2005 el 53,740 por ciento de los sufragios, es decir 1.544.374 votos.

En tanto que el prefecto de La Paz, José Luís Paredes (Podemos-Plan Progreso), obtuvo el 37,988 por ciento, es decir 361.055 votos.

El prefecto de Chuquisaca, David Sánchez (MAS) mereció el apoyo del 42,306 por ciento, es decir 66.999 votos.

El prefecto de Pando, Leopoldo Fernández (Podemos), obtuvo el 48,637 por ciento, es decir 9.958 votos.

El prefecto del Beni, Ernesto Suárez (Podemos), tuvo el apoyo del 44,637 por ciento, es decir 46.846 sufragios.

El prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas (APB), tuvo el 47,877 por ciento de respaldo popular, es decir 299.730 votos.

El prefecto de Oruro, Alberto Luis Aguilar (MAS), mereció el apoyo del 40,954 por ciento de los votantes, es decir 63.630 sufragios.

El prefecto de Potosí, Mario Virreira (MAS), obtuvo el apoyo del 40,690 por ciento, es decir 79.710 sufragios.

El prefecto de Tarija, Mario Cossío (CC), sumó el 45,646 por ciento de apoyo popular, es decir 64.098 votos.

Mientras que el prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa (AUC), tuvo el respaldo del 47,641 por ciento, es decir 246.417 sufragios.

Según la propuesta gubernamental, bastará que el electorado que no está de acuerdo con la gestión supere los porcentajes obtenidos por cada una de esas autoridades.

Mientras que la propuesta opositora demanda que sea la mayoría absoluta, es decir el 50 por ciento más uno para revocar el mandato.

Por ejemplo, para que el prefecto de La Paz sea revocado de su mandato es necesario, según la oposición, el 50 por ciento más uno, pese a que fue electo sólo por el 37,988 por ciento.

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